2023 ha sido un gran año para los empleados de Riot en Corea. Con el regreso del Campeonato Mundial de League of Legends al país por primera vez desde 2018, el equipo se ha volcado en cuerpo y alma para crear eventos, estar a la altura de las expectativas de los jugadores y ofrecer una final del Mundial digna de la cuna de los esports. En noviembre, en el Gocheok Sky Dome de Seúl, T1 jugó de maravilla frente a los seguidores coreanos, y Faker, el mejor jugador de LoL de todos los tiempos, ganó por primera vez el Mundial en su país natal. Este ha sido el último y uno de los mejores capítulos de la amplia historia de los esports en Corea.
A día de hoy, resulta imposible pensar en LoL y los esports de LoL sin tener Corea en mente, pero no siempre ha sido así. En 2011, el mismo año en el que se celebró el primer Campeonato Mundial de LoL, los servidores acababan de aterrizar en Corea, con la apertura de la oficina de Riot en Seúl.
"Cuando los servidores de LoL estuvieron disponibles por primera vez en Corea, lanzamos a Ahri, la campeona basada en la leyenda del zorro de nueve colas de Corea", recuerda Karen Koo, jefa de RR. PP. y del proyecto de responsabilidad social de la oficina de Riot en Seúl. "Con la apertura de la oficina local, Riot no solo lanzó una campeona basada en la cultura coreana, sino que también dejó patente su compromiso de apoyar a Corea, dedicando tanto recursos financieros como tiempo a diferentes causas porque, como bien sabemos, para los jugadores coreanos es importante que los juegos tengan un impacto social".
La promesa ya estaba hecha, pero la incógnita sobre cómo Riot iba a tener impacto social seguía en el aire, y fue entonces cuando llegó Karen.
"Cuando empecé a trabajar en Riot, a principios de 2012, mi primera tarea consistió en buscar y tomar nota de proyectos de responsabilidad social relevantes que compartiesen los valores de Riot", explica Karen. "Tras meditarlo cuidadosamente, llegué a la conclusión de que los juegos forman parte de nuestra cultura. Para nosotros, era lógico involucrarnos en la protección de nuestra herencia cultural, que sirve como base de nuestra cultura. Creíamos que, al aprovechar la oportunidad para hacer de puente entre la herencia cultural y las generaciones más jóvenes, teniendo en cuenta la edad de nuestros jugadores, podíamos crear una conexión positiva y accesible entre la herencia cultural de Corea y los jugadores del país".
Así fue cómo nació el proyecto de protección de la herencia cultural (proyecto 문화재 지킴이) a mitad del año 2012. Menos de una década más tarde, Riot recibió el reconocimiento presidencial por su participación en el proyecto, siendo la primera vez que una empresa extranjera recibía tal elogio, un claro ejemplo de que Karen y el equipo local habían encontrado una buena forma de dejar huella. Conforme el proyecto avanzaba, se han ampliado sus funciones, pero el objetivo principal sigue siendo el mismo: recuperar elementos de importancia cultural de Corea y llevarlos a su tierra natal.
"En 2022, se estima que hay 230 000 elementos de herencia cultural coreana repartidos por 27 países distintos", cuenta Yong Ki Jang, director adjunto de la Administración de la Herencia Cultural de Corea. "De estos elementos, hemos conseguido recuperar algunos mediante regalos, compras o subastas. Sin embargo, también hay casos en los que las reliquias culturales se han sacado del país de forma ilícita, mediante actividades relacionadas con el saqueo en tiempos de guerra, robos criminales, robos de reliquias y contrabando. La herencia cultural es un testamento histórico de vital importancia, ya que nos ayuda a entender la filosofía, la tecnología, el entretenimiento y el estilo de vida de la comunidad que la creó".
La Administración de la Herencia Cultural de Corea (CHA, por sus siglas en inglés) forma parte del gobierno surcoreano como cuerpo administrativo que vela por la herencia natural de Corea. Desde 2012, Karen y Riot han trabajado directamente con la CHA, contribuyendo activamente a su importante labor: proteger la herencia cultural de Corea. A finales de 2023, se celebró la reunión anual del equipo en Corea con la CHA para reafirmar su misión y definir las prioridades en las que trabajarán en este nuevo año.
Recuperación de artefactos culturales
Aunque muchos de los artefactos aún están repartidos por el mundo, no se ponen a la venta a diario, y por tanto, no pueden llevarse de vuelta a Corea.
"A la hora de recuperar elementos de herencia cultural a sus países natales, es esencial que las diferentes empresas colaboren, sin olvidarnos del trabajo gubernamental", cuenta Karen. "A menudo, la incertidumbre sobre los objetos, el tiempo y la cantidad puede llegar a disuadir a las empresas a la hora de invertir en esto. Sin embargo, por impredecible que fuese, sabíamos que era un asunto de vital importancia y asignamos una cantidad significativa de la donación de fondos a esta causa. Cada vez que surge la oportunidad, trabajamos con nuestros socios para colaborar en este asunto, y hemos podido llevar a cabo seis iniciativas hasta la fecha, las cuales han resultado tener un gran éxito".
Entre los objetos coreanos recuperados, se encuentra un cuadro de la triada Shakyamuni, un libro de bambú de la investidura de la reina Sinjeong como princesa de la corona, y un sello real del palacio Junghwagung.
"El último objeto que hemos conseguido traer de vuelta a Corea ha sido el borok (보록), un cofre del tesoro real del periodo Joseon", cuenta Jang. "El eobo, (어보),el sello ceremonial dentro del borok, cuenta con grabados que destacan los logros y las valoraciones del rey, la reina, el príncipe y la princesa de la corona, entre otros. El eobo queda protegido dentro de dos cajas: una interior, que recibe el nombre de botong, y otra exterior, el borok. Tanto el eobo como el borok se usan en eventos especiales de la familia real y tienen un gran valor cultural, ya que representan la legitimidad, la historia y la artesanía del linaje real".
Para recuperar el borok, la Administración de Herencia Cultural trabajó con la fundación de herencia cultural extranjera, que encontró el cofre en un país extranjero, propiedad de una empresa británica, la cual lo había adquirido en una subasta.Tras descubrir que estaba a la venta, gracias a los fondos de reserva de las donaciones de los jugadores más apasionados, Riot ayudó a que el cofre volviese a Corea.
"Aún recuerdo los comentarios de los jugadores coreanos cuando conseguimos recuperar piezas de herencia cultural y traerlas de vuelta a Corea. Ha pasado casi una década y aún lo recuerdo", cuenta Karen. "Algunos comentarios decían: 'Soy patriota', 'Por esto LoL es tan especial' y 'La empresa Riot Games es más coreana que muchas empresas de aquí'. Estos comentarios no solo nos hacían reír, sino que también servían como motivación para el equipo".
Conexión de la cultura coreana y los jóvenes
Aunque la restauración del artefacto físico es importante de por sí, el impacto de la recuperación de una pieza de herencia cultural va mucho más allá. Corea tiene una historia de lo más rica: ¡la primera cerámica coreana conocida data del año 8000 a. C.!
"La herencia cultural es símbolo de nuestra historia y nuestra cultura, ya que no solo ofrece una representación del pasado, sino que también funciona como medio y recurso cultural que genera nuevos valores, tanto en el presente como en el futuro", explica Jang. "La herencia cultural se basa en la historia, pero mira hacia el futuro. Esto implica que su valor y la calidad general de la vida cultural pueden variar en función de nuestro compromiso e interés actuales por proteger esta herencia. Cuando la generación más joven de ciudadanos se interesa por la protección de la herencia cultural, pone en relieve su compromiso para dar forma al futuro".
Al principio de nuestra colaboración con la CHA, conectar con la generación más joven de Corea supuso una gran oportunidad, ya que Riot podía así dejar su huella en la sociedad.
"La CHA se dio cuenta de que la historia les parece aburrida a los jóvenes, que suelen ser reacios a interactuar con ella", recuerda Karen. "Pensamos que podríamos fomentar el interés de los más jóvenes, así que buscamos poder colaborar con la CHA. Aunque al principio no sabían muy bien cómo colaborar con una empresa de videojuegos extranjera, ahora nos ve como un gran socio, capaz de llamar la atención de la juventud".
Aunque Riot tiene sede en Los Ángeles y desarrolla videojuegos en las oficinas que tiene repartidas por todo el mundo, el equipo de Corea forma parte de una de las oficinas de publicaciones más grandes de Riot, dedicándose por completo no solo a los jugadores coreanos, sino al país en sí.
"Riot Games ha demostrado una firme colaboración cada año desde el comienzo del acuerdo, y su apoyo destaca notablemente entre las 60 empresas que forman parte del acuerdo por la cultura nacional de la Administración de la Herencia Cultural", explica Jang. "Los esfuerzos de la empresa por proteger la herencia cultural en el extranjero y fomentar la educación relevante entre los jóvenes son dignos de admiración, y se han convertido en logros destacados en el ámbito de las contribuciones sociales de las empresas en el país".
En los 12 años desde el lanzamiento de League of Legends en Corea, los equipos nacionales han ganado un total de ocho Campeonatos Mundiales. El juego ha sido uno de los grandes éxitos para PC en Corea durante toda una década, y la presencia local ha pasado de ser un grupo reducido de empleados a un gran equipo al servicio de los jugadores coreanos a diario. Pero, si preguntáis en la oficina de Seúl de qué se enorgullecen más los empleados, el proyecto de protección de la herencia cultural es una de las respuestas más típicas. Tal y como ha demostrado Faker, League of Legends aún tiene un gran futuro por delante, al igual que este proyecto, en el que trabajamos por proteger, restaurar e informar sobre la herencia cultural coreana.
"A través de esta iniciativa, Riot recibió el reconocimiento presidencial por haber logrado hazañas sin parangón en la recuperación de la herencia cultural en comparación con otras empresas", cuenta Karen. "Sin embargo, nuestro principal objetivo es ser el orgullo de los jugadores. Aspiramos a seguir trabajando en el proyecto y superar los 10 mil millones de won como donación total conforme ampliamos nuestra colaboración durante otra década, y muchos años más".
Hace poco, el Riot Games Social Impact Fund consiguió recaudar más de 50 millones de dólares para destinarlos a diferentes causas benéficas, como el medioambiente, la igualdad racial o la asistencia sanitaria. Para más información sobre las labores de impacto social de Riot a nivel global, visitad nuestra página de impacto social.